Caminan, con un inmenso deseo de vida, compartiendo
miradas donde derramar ese amor que están viviendo día a día .
Vivirla a sorbos grandes y largos. Sentir cada minuto, cada
instante, para ser feliz con ello.
Caminando de la mano.
Oler esa primavera que ya quiere decir adiós.
Juntos, sin soltarse de la mano.
Vuelcan cariñosas palabras en sus oído.
Se miran, y ella, solo con
sus ojos, describe palabras bellas de amor ¡te quiero!
Él se sienta frente al ordenador y, lo expresa ahora a su manera, en forma de
letras, que sale de lo mas profundo, llevadas a reflejar el amor que se profesan.
“Tú, eres para mí el amor que siempre he querido.
Tú, eres el dulce despertar de las mañanas primaverales.
Tú, eres. Amor.”
Es hermoso compartir este sentimiento.
Después de estas palabras escritas con emoción,
queda el alma agradecida por haberse encontrado.
Por tener unos momentos de vida juntos.
Siempre cogidos de la
mano.
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